Saturday 26 November 2011

Una entrada de cine

Rockefeller Center, NY
Más que nacer en la época equivocada, porque no voy a ser yo la que renuncie a los ordenadores, móviles, aviones, calefacción y aire acondicionado, comida preparada, & all that jazz, es que lo quiero todo. El avance de la técnica y de la ciencia junto con la época del último gran movimiento internacional artístico, el Art Déco.

Portada revista Life
Ilustración de Parson
Quiero la imagen que han vendido de los locos años 20, obviando todas las penurias. Quiero la vida de las peliculas, los posters y las tarjetas. En su época, la mayoría de la gente era justo eso lo que también quería, para poder olvidar toda esa inmensa realidad que a penas brillaba, y que no tardaría mucho en llenarse de objetos de plástico manufacturados en serie. Me refiero al glamour, a la decadencia, ser una flapper, o una femme fatale, bailar hasta el amanecer con medias en teoría sujetas con ligueros (después alguien tuvo la brillante idea de inventar los panties), y vestidos con tendencia a menguar. Cortarme el pelo a lo garçon o llevar un bob al estilo de Louise Brooks o Clara Bow y ser la más original, porque nadie antes lo habría llevado y no se trataría de la vigesimonovena reinvención de la celibrity de turno actual.

Se tendría que ser trendy y bajar con swing las escaleras del local, donde Cole Porter o Irving Berlin o George Gershwin presentarían por primera vez sus composiciones tocando un piano de cola en una neblina de humo, porque en aquella época seguro que el tabaco no irritaba los ojos ni la garganta, ni podía ser perjudical para la salud.
¡No quiero realismo! Quiero muebles diseñados en Francia por los últimos artesanos, antes de que la industrialización vendiera despertadores en forma de búho (¿hasta dónde llega la ironía de un diseñador?). Dame telas exóticas del Próximo Oriente o sedas importadas de China, que nada tenían que ver con las tiendas del "Todo a 100" de hoy en día.

¿Es mucho pedir? Conocer a Velma Kelly y que me cuente en persona lo fascinante que fue su vida, e irnos ambas de copas perdiéndonos en la noche, y dejar atrás a Roxie, porque, reconozcámoslo, nunca nos ha caído bien a ninguna de las dos.

¿Te vendrías a Paris a ver bailar a Josephine Baker o a una exposición de Tamara de Lempicka o a un ballet con escenografía y atrezzo de Erté? "Be a darling and ask Sebastian to get the car ready, we are going out tonight." Sebastian será nuestro mayordomo, no se puede entrar en esta era sin un mayordomo llamado Sebastian, no quedaríamos bien, darling.

Barbara Lamarr

Dare to be eclectic! Welcome to the roaring 20s!