crazy

Crazy: Jazz slang sense "cool, exciting" attested by 1927.

Escaleras al Paraíso

Reconstrucción del ziggurat en Ur

Érase una vez hace mucho, mucho tiempo, alrededor del 2.900 a.C. (ya he avisado que hacía mucho tiempo de esto, darling) existió un lejano lugar (dependiendo desde donde se lea esta entrada, obviamente) al que se llamó Mesopotamia, donde una serie de civilizaciones: sumerios, acadios, asirios, babilonios y sus vecinos los elamitas, comenzaron y continuaron construyendo hasta el siglo VI a.C. un tipo de edificación a la que se denominó ziggurat (ziqqurat en acadio). Básicamente se trataba de una plataforma o zócalo sobre la que se iban levantando una serie de terrazas reduciéndose en tamaño a la que vez que se ganaba en altura, a la primera se accedía mediante una serie de escaleras y, según el historiador griego Herodoto, en la última de estas terrazas, de número impar, se alzaba el templo propiamente dicho. El ziggurat más famoso es la archi conocida Torre de Babel. Me aventuro a asumir que todos conocemos la leyenda: un rey, digamos que el monarca babilonio Nebopolassar (s.VII a.C.), mandó construir un edificio que llegaría hasta el cielo, pero la intervención divina hizo que sus planes se fueran al traste. O dicho con otras palabras, se documentó la construcción del primer rascacielos de la historia.

2.500 años después, los rascacielos se pusieron de moda, e irónicamente, dan la sensación de haberse inspirado en las grandes edificaciones de las civilizaciones antiguas. 

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Reconstrucción de ziggurat sumerio, Mesopotamia
Second National Bank Building, Boston, EE.UU.

Por suerte para estas "nuevas" construcciones, ningún dios decidió intervenir y así se pudieron levantar bellezas como el Chrysler Building, diseñado por William Van Allen, en un profuso estilo Art Déco. Su diseño está basado en productos de los automóviles Chrysler, con guiños a los adornos del capó del Playmouth, a llantas, a tapones de los radiadores, al metal de la carrocería. Después de todo, estamos en la era de las máquinas. 

Chrysler Building, NY, 1930

La temática de la película "Metrópolis" no es algo gratuito, representa la sociedad de la época en la que fue rodada. La industrialización sólo continúa su camino hacia la masificación y la especialización, y la tecnología ya no dejará de avanzar. Los esqueletos de los rascacielos están hechos de acero, los paramentos son muros cortina. Desde el siglo XIX ya era posible crear espacios arquitectónicos delimitados por paredes de cristal. Sky was indeed the limit, darling.
¿Qué impulsó a construir cada vez más y más alto? Sospecho que poco tenía que ver con los aires megalómanos de ningún rey con intención de llegar al cielo y mucho con un arrebato de pragmatismo, había poco suelo donde construir y cada vez más gente queriendo ocupar el mismo espacio, junto con otro arrebato de ostentación técnica. Sea como fuere, en los años 20 y 30 se levantaron los rascacielos que con el tiempo se convertirían en emblema no sólo de la arquitectura del Art Déco, sino también en el de ciudades enteras, en especial la de New York, que se vio sumida en una especie de competición tácita por construir el rascacielos más alto. Empire State Building, anyone? 40 años estuvo el edificio observando al resto del mundo desde su privilegiada altura, y en ningún momento de todo ese tiempo nadie cuestionó que se trataba no sólo del edificio más alto, sino también que representaba a todo un movimiento artístico, una era, una forma de sentir y ver la vida. Es como si el Art Déco tuviera claro que una vez conquistados todos los confines del mundo, tan sólo le quedaba un camino que seguir, hacia arriba, porque, reconozcámoslo, ya iba siendo hora de darle un repaso de estilo al Paraíso... las nubes siempre han estado tan sobrevaloradas, darling.

Fuentes de los documentos gráficos:

Reconstrucción del Ziggurat en Ur - Rusdtech
Ziggurat sumerio - Wikibooks
Fotografía del 2nd National Bank Building, autora Wendy Darling - Art Deco Architecture
Chrysler Building - James Maher Photography

N.B. Canción a la que hace referencia el título de la entrada: I'll Build a Stairway to Paradise*
*Construiré una escalera al Paraíso.

El mundo entero en la calle donde vivo

Si algo caracteriza al Art Déco es su eclecticismo. Sin embargo, no se trata de un eclecticismo cualquiera, ya puestos a dejarse influenciar, había que hacerlo a lo grande.

Reina Nefertiti - Neues Museum, Berlin

Nos encontramos a principios de la década de los 20. Acabamos de superar la I Guerra Mundial, y, afortunadamente, aún nos quedan seres humanos en el planeta. Venimos del siglo XIX, época que se caracterizó por los descubrimientos arqueológicos, los cuales se prolongarían en el siglo XX, y allende en el tiempo. No obstante, la arqueología de entonces no se parecía en nada a la de hoy en día. En aquellos tiempos los arqueólogos trabajaban para los museos y su cometido básicamente era el de encontrar objetos preciosos que exhibir, como las extraordinarias piezas de arte que se han podido conservar hasta nuestros días. Entender quiénes eran y a qué se dedicaban las personas de aquellas antiguas civilizaciones no era una prioridad, era una sabiduría colateral. Expolio arriba, expolio abajo, el tiempo fue pasando. Cuando entramos en el siglo XX, y superamos el primer bache bélico, seguimos rodeados e inundados de grandes descubrimientos arqueológicos. Y de ellos es de los que se va a alimentar, nutrir e impregnar el Art Déco. De columnas lotiformes del Antiguo Egipto o dóricas de la Antigua Grecia, de relieves babilónicos, de ziggurats sumerios, de artesanía africana, de esencias orientales cercanas, medianas y lejanas. Todo junto, todo revuelto, y a pesar de todo ello, salió triunfante. Si eso no es mérito por si mismo, no sé lo qué es.

Zaria, 1920, por  Aleksandra Ekster

Pero ahí no acaban las fuentes de inspiración. Los artistas contemporáneos estaban rompiendo con todo lo establecido hasta el momento, el acadecismo estaba siendo cuestionado, la representación del objeto o la figura fidedigna no era una prioridad, para eso ya se encontraba la fotografía o el cinematógrafo. Había que reinterpretar lo que se veía, lo que se sentía, lo que se entendía, o sencilla desmontarlo todo. Y así llegaron los artistas cubistas, los simbolistas, los contractualistas y el arte abstracto, en general. ¿Y qué hizo el Art Déco? Les dio la bienvenida con los brazos abiertos, y se dejó contagiar por esta o aquella forma, por una visión o un sombreado algo diferente, por un toque que iba más allá de la exquisita representación natural de cualquier objeto o figura.

Irónicamente, mientras en el Renacimiento y durante el Neoclasicismo los edificios se dejaban a piedra vista, en el Art Déco osaron pintar algunos muros aquí y empapelar otros allá... con colores brillantes. Muchas décadas después se descubriría que todo lo que en un principio se creyó sobre la Antigüedad: piedra lisa, pulida invertida en estatuas y edificios dontando a aquellas culturas de una extraña sensación de que vivían en blanco y negro, se trataba de una visión totalmente equivocada y alejada de la realidad. El Art Déco con sus colores vibrantes se había acercado más a la realidad humana de las antiguas civilizaciones que ninguna otra interpretación artística había hecho anteriormente. Sin proponérselo, o precisamente por ello mismo, creó el movimiento de arte a nivel internacional más democrático que jamás haya existido. Después de él, el mundo se individualizó y dejamos de hablar de movimientos artísticos para pasar a nombrar a los artistas, a ser posible, con nombre y apellido. El Art Déco consistió en un movimiento que abarcó todo y, sencillamente, no tuvo miedo de acercarse a nuestra esencia, a la de todos, a la de un mundo completo y repleto de culturas que podían perfectamente interrelacionarse, y, cómo no, adaptarse a la manzana donde uno tenía su casa.

Fuentes de documentos gráficos:
Reina Nefertiti - Mark Andrew Holmes
Zaria de Aleksandra Ekster - Elizabeth Phillips

N.B. Canción a la que hace referencia el título: "On the Street Where You Live" ;)

Puttin' on the Ritz

This song is just divine!

Puttin' on the Ritz hace alusión al Ritz de Paris, y la expresión se utilizaba cuando se quería hacer referencia a algo que se realizaba con gran estilo. Por eso las etiquetas están bajo este título, porque todo lo que aparece en ellas está relacionado con personas que lo supieron hacer genial, y a elementos que fueron simplemente excelentes.

La canción en concreto fue compuesta por Irving Berlin, pero interpretada por mil y un músicos, cantantes y orquestas. La versión más exquisite se trató, obviamente, de la de Fred Astaire, aunque no pertenece a los años 30, así que he decidido subir un video donde aparece una de las primeras versiones, eso sí con un sonido de excelente calidad... y enlazar a un video de dear Fred. Of course, darling, si él bailo esta canción, hay que verlo. Nunca te lo perdonarías si lo dejarás pasar.




Dear Fred or the quintessential of  Puttin' on the Ritz.

The Girl on the Magazine Cover

So, darling, he de confesar que la canción no me gusta. Pero todo lo demás SÍ. Especialmente Fred Astaire, bueno y los trajes, ¡y el abanico!... to die for.

El título de la canción me pareció perfecto para lo que hasta ahora se había llamado: "mi perfil", "sobre mí" y otros términos aburridamente prosaicos.
De nuevo nos hallamos ante la tesitura: ser fieles a los años 20 y 30, o concedernos el capricho de un título divino. La respuesta ya la sabes, dear.

Avanza hasta el el minuto 4:20 para la presentación que hace la dama del abanico de Fred Astaire. No es que la necesite, pero Fred siempre se merece una introducción, es lo menos que se puede hacer ante él, darling.